Pasamos más tiempo en Sicilia, íbamos y veníamos y yo ahora entendía unas cuantas palabras, de buenas a primeras nos mandarona un lugar un poco más "cómodo", no era la misma pocilga en la que nos habíamos refugiado la primera vez, era un lugar un poco más acomodado, en el centro de Sicilia, íbamos, veníamos, nos metíamos a algunos establecimientos y después salíamos sin más, antes de que todo esto sucediera, Miyano me dio la advertencia "A partir de ahora no preguntarás nada, porque no responderé nada con respecto a esto", ese día yo solamente asentí y dejé que me llevara con él, me gustaba la idea de aferrarme a él, en lugar de hacerlo con mi padre, me daba menos miedo.
Una vez terminado aquello, volvimos hacia Venecia, claro, ya estábamos vestidos de una manera un poco más 'formal', los boletos de avión habían sido en primera clase y el dinero seguía llegandoc omo si no hubiese un mañana.
Llegamos de nuevo a la empresa del abuelo, para estas alturas yo ya le decía así, de cualquier forma era prácticamente mi abuelo. Una vez dentro, esperamos un momento a que el viejo nos atendiera, Miyano me llevaba de la mano y solo bastó que aquella puerta se abrira para que él sacara un arma de su cintura y de dos tiros limpios en la cabeza le asesinara, después de eso solo volteó a verme
-A partir de ahora, estamos metidos en esto, hijo, ya no hay vuelta atrás- podría jurar que vi un rastro de algo en su mirada, misma que me llevaré conmigo a la tumba.
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