Esta vez el vije no duró demasiado tiempo, apenas un par de semanas y Miyano regresó enterándose de la noticia, escuché varios golpes, cosas rompiéndose, Miyano saliendo desesperado, azotando la puerta y Hanako llorando. Una escena común, como que todas las personas esperaban que aquello fuera lo que pasara, y en realidad creo que no había más explicaciones.
Posteriormente pude enterarme de que era lo que estaba pasando, Hanako le confesó a Miyano que ella estaba embarazada, ¿El padre? Bastián, mi propio padre, pero para un hombre de honor como lo era Miyano, no era eso posible, él apreciaba a mi padre más que a cualquier persona, y si de alguien había de desconfiar, primero sería de mí, para después hacerlo de él, aún así, Miyano jamás quitó el dedo del renglón, aunque el niño nacería, eso por supuesto. Se dieron un par de discusiones más, hasta que Miyano se desesperó y terminó por darle la razón a Hanako, él le daría el beneficio de la duda a ella y nada más. Sin embargo, a partir de aquel día, Miyano jamás volvió a sonreír, no de verdad, y como era de esperarse, jamás volvió a tocar a Hanako.
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